Parábola de negocios: Las cuatro patas de la mesa

Todos nosotros estamos familiarizados con las mesas; por supuesto nos referimos a las mesas comunes y corrientes, cuyo funcionamiento es tan simple como cuatro patas soportando un tablón. Así mismo sabemos distinguir sin mucha dificultad cuando una mesa funciona bien o no. Cuando sus cuatro patas son sólidas, se encuentran fuertemente unidas a un tablón parejo y bien terminado, y tienen el largo adecuado de tal modo que la mesa no se tambalea, entonces podemos estar seguros que la mesa cumplirá bien con su propósito.

 

Pero tomemos en cuenta las siguientes preguntas:

 

¿Qué pasa cuando una de las patas de la mesa es más corta que las demás, o peor aún, solo tiene tres patas?

 

¿Podrá una mesa sostenerse con sólo dos patas?, ¿o con una?

 

¿Qué pasa si una o más patas no están sólidamente unidas al tablón?

 

Seguramente se está usted preguntando: ¿qué es lo que tiene que ver una mesa con los negocios? Mucho, si partimos del hecho de que todo negocio, sin importar su tamaño, su antigüedad o su giro, se comporta como una mesa.

 

Los pilares de un negocio

 

Toda empresa, para estar sana y cumplir el propósito para el que fue creada, necesita de cuatro pilares fundamentales y de un balance apropiado entre ellos a fin de soportar adecuadamente las operaciones del negocio. De lo contrario, se corre el riesgo de que está pudiera desaparecer. Esto es particularmente cierto para aquellos que están por iniciar o tienen poco de haber iniciado (menos de dos años de existir). Si en la planificación preliminar se deja de lado alguno de estos cuatro aspectos, será muy difícil generar la inercia suficiente para que el negocio logre consolidarse a mediano y largo plazo, aun cuando parezca haber tenido un arranque prometedor. Los cuatro pilares son:

 

1.    Capital. Todo negocio requiere de cierto capital para funcionar; la cantidad depende del giro, tamaño y alcance de éste, y abarca conceptos como lo relacionado a la inversión en equipo o maquinaria, los gastos en promoción y publicidad, o el capital de trabajo, entre otros. El flujo de efectivo viene a ser para un negocio como el aceite para un motor, sin importar lo potente que éste sea, sin “aceite se desviela las piezas”.

 

2.    Conocimiento técnico. Si eres cerrajero, debes saber abrir una chapa. Si eres marinero, más te vale saber distinguir entre un timón y un ancla. Aunque de los cuatro, éste es generalmente el aspecto más fuerte. Sino dominamos el aspecto técnico de nuestro negocio, tarde o temprano nuestros clientes lo notarán, y se irán con un verdadero experto.

 

3.    Conocimiento administrativo. En un negocio, es preciso tener al menos ciertas nociones de administración, de lo contrario, en un abrir y cerrar de ojos podemos perder el control de lo que está ocurriendo en el día a día; si el negocio crece no sabríamos cómo organizarnos adecuadamente. En fin, sin administración adecuada no puede existir orden y crecimiento. ¿Le suena familiar?

 

4.    Sistema de comercialización. No importa cuánto capital se tenga, qué tan experto sea, o cuantos postgrados y maestrías en alta dirección tenga nuestro personal, si los clientes batallan para encontrar y/o comprar nuestros productos o servicios, o peor aún, no saben que existimos, el fracaso es casi seguro. En términos generales este aspecto no solo abarca la venta, también la promoción y la entrega; hacerles saber a nuestros clientes lo que hacemos, y el cumplir eficientemente en tiempo y forma con dichos ofrecimientos, es de vital importancia.

 

Fuente: Díaz César Iván. (2008, febrero 1). Los 4 pilares de un negocio y las 4 patas de una mesa

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Comentarios: 1
  • #1

    Camilo Arena (sábado, 17 julio 2021 06:34)

    En la vida siempre hay que tener las 4 patas de la mesa bien alineadas
    Finanza
    Recurso Humano
    Procesos
    Ventas o Marketing
    Teniendo conocimiento de estor procesos y la importancia que significa para el negocio será muy importante en tu vida. Practícalos